19 octubre 2011

Farmacología indispensable




En este archivo nos encontramos con la farmacología más utilizada intrahospitalaria como extrahospitalaria, un completo archivo de sus usos, efectos colaterales y su diferencia con los demás de su propia gama de familia.





28 julio 2009

Conociendo...me


Iba sola y pensante, frente a un sol tibio y resplandecedor, pero desapercibido por el frío que lo acompañaba, un frío que anunciaba el inicio de la primavera, me senté en un banco a observar los cambios de la naturaleza, comparándolo con el arrasador viento que los atemorizó en el invierno, los sentía felices por haber triunfado, su brillo y sus colores me lo notificaban. Mientras escuchaba el coro de sus hojas junto con el del viento y la luz un alguien me habló, sus palabras correctas relataron mis pensamientos, me dijo lo que yo misma pensaba, me robó mis palabras. Opté por no abrir mis ojos mientras él lo hacía para disimular que no lo escuchaba, como siempre no quise mostrar mi miedo. Pero inevitablemente lo hice sus palabras me aterraron, un algo así salio de su boca: miedo por alguien que releva tus pensamientos, lo reconozco, ahora mismo ocultas tu miedo frente a mí haciendo que no me escuchas (rió), pero dime ¿Qué harás ahora? si te conozco y sé lo que piensas, alterada me paré y corrí a mi casa, ni yo entiendo por que lo hice, fue estúpido pero no entendía aquel hecho, jamás pensé en algo tan horrible como que alguien adivinara mis pensamientos. Una vez que llegué a casa no me saqué de mi cabeza, aquel evento, ¿Cómo lo habrá hecho? ¿Será adivino? ¿Lo conozco?. Me tranquilicé y luego me sonrojé, había hecho lo que menos me gusta hacer, mostrar mi debilidad y para peor corrí sin verle la cara. Me puse a pensar detenidamente en mi situación, ¿era tan malo conocer a alguien que te puede conoce por completo?, la verdad es que yo creo que es algo que jamás creí posible, conocer a alguien igual a mi es algo de otro mundo, lo que ocurrió esa vez fue de otro mundo y quizás por eso sosamente hice lo que en mi vida había hecho, huir.

Me dormí pensando en lo mismo e inevitablemente ahora estoy haciendo, creí pensar alguna vez que debe ser increíble conocer a alguien te que conozca por completo, que sabe lo que planeas, quieres y lo que piensas, en mi caso creo que ese alguien es inteligente y astuto, que sabe como alegrarme y apoyarme, pero… ¡rayos! Ahora que lo medito mejor, también sabe como herirme, asustarme y hasta matarme. Ahora ¿Que ago si ese alguien que sabe como soy por completo se convierte en mi enemigo?, me da miedo, que actúe como yo lo ago, haga los planes que por mi mente pasan para herir a alguien. Parte de mi mente es perversa, lo reconozco, pero quienes me rodean no me conocen ni saben como soy, la costumbre de mostrarme quien no soy hace que no me teman, en un principio eso se transformó en algo positivo para mi, odiaba creer que yo no pensaba como ellos, no lo entendía si era una más como ellas y me relacionaba con gente como ellos, sin embargo mis pensamientos e ideas eran otras, pero cuando quiero que me teman no lo consigo, les mostraría mi verdadero rostro pero también me aterra, es imposible ser siempre la misma, y eso me atemoriza porque , él lo sabe.

Fui a comprar algunos productos al almacén de mi vecina y cuando salí alguien de aspecto normal estaba afuera, cuando pasé al lado de él lo miré como suelo hacerlo con la gente extraña, y de vuelta el me sonrió, me paralice en seguida ya que distinguí que era la persona del parque, ya que me sonrió de la misma forma que lo ago yo cuando quiero hacer sentir mal a alguien, cuando se iba lo detuve y le pregunté que porqué me conocía, y que es lo que pretendía y tranquilo me respondió: hey! No temas, no creas que soy tu enemigo, te quieres bastante como para odiarte a ti misma, cuando estés confundida y con problemas llámame porque ese “alguien” no soy yo sino tú, solo tú puedes solucionar tus problemas, solo tú conoces lo que es correcto.

Esa vez no corrí, sonreí tranquila y con mi mente en blanco, por primera vez sentía que perdía y que a la misma vez ganaba, un sentimiento de calma inundó mi mente y mi cuerpo, hasta ahora no entiendo porqué pasé por esto, quizá era una prueba más a la cuál tenía que enfrentarme, para darme cuenta quien soy, como soy y porque soy lo que soy. Soy única y debo aceptar que las cosas son como son, porque si fueran como queremos no seríamos nosotros mismos.

Animando con el dolor


La noche se acerca y no quiero dormir, estoy acostumbrada a vivir de mis sueños, de aprender de ello, pero anoche, anoche fue distinto, fue algo tan aterrador tan “normal” a lo que yo o acostumbro a vivir que no me atrevo a pegar ni una pestaña. Era un día normal de mi vida en este incomprendido y contradictorio mundo, llegué a casa, tomé once y me fui a dormir, estaba cansada y no sabía si hoy me iba o no tener esos extraños sueños en los que siento que mi alma sale de mí para vivir en mis sueños. La verdad nunca he estado de verdad segura que sean mis sueños los que vivo, lo creo ya que sólo suceden cuando me duermo, es una teoría que dudosamente puede ser refutada o comprobada por algún otro. Entonces me fui a dormir, cuando abrí mis ojos los hice con incomodidad un fuerte sol caía directamente a mi, mientras intentaba investigar mi entorno para saber a donde me encontraba ahora, la borrosidad de mi vista se fue aclarando cuando me di cuanta que estaba en un amplio lugar tipo selva, extrañada me levanto cuando me doy cuenta que estaba en una jaula de aproximados 10mts y no sola, por desagracia estaba acompañada de 3 gatitos grandes, más bien tigres que aún dormían y no se percataban de mi presencia, me levanto asustada y en ese mismo instante una eufórica gente grita como alentándome no les entendía hablaban en otro idioma, la mayoría eran negros , al parecer me encontraba en África y lo peor creo que era su entretención, insistentemente pedí ayuda, con gestos, gritos, mirada de temor que no lo fingía para que alguien se diera cuenta de lo asustada que estaba pero al parecer no querían que la entretención acabara. Pero también vi a otras tres personas más atrás me miraban como que ya me habían querido ayudar, pero se encontraban amarrados los tres en un palo, me miraban con tristeza, como si me conocieran, la verdad es que se parecían mucho a mi como si fueran de mi familia pero no los recordaba. Me calmé y miré alrededor de los espectadores unos estaban más cerca de mi que otros, unos con alegría queriendo ver mi reacción y otro con desconsuelo pero sin atreverse a ayudarme

- ¡Las llaves!. Dije

Estaban ahí, a mi vista a escasos metros de la jaula a una altura no muy lejana a la mía y muy lejana de los espectadores, perfecto por si es que alguno se percataba y lo retiraban para “seguir con su entretención”. Pero para mi desgracia los gritos animados de las personas ya habían despertado a los tigres quienes me miraban acercándose muy lentamente a mi, quien sabe si porque les extrañaba ver a alguien distinto en su territorio o lo que sería peor, porque tenían hambre. Rápidamente miré a mí alrededor y cerca de la posa de los leones había un palo muy delgado de unos dos metros o menos de altura, no suficiente par alejar a los leones de mí pero si para poder sacar la llave de la pared. Corrí desesperadamente al mismo tiempo que los tigres lo hacían para tirarse hacia mi, al llegar metí el flexible palo por entre la argolla que guardaba llave que suponía que era la de la jaula, en el instante en que las sostuve entre mis manos sentí otra muy pesada sobre mi espalda que me hizo estrellarme en el suelo, muy aturdida me volteé para golpear a los tigres y protegerme pero la gente me empezó a arrojar sangre de animal empapándome en ella, los tigres se alborotaron y me fui a la puerta llorando del terror, por suerte la llave era la correcta, abrí la puerta sin volverla a cerrar la gente me empezó a tirar cosas mientras otras corrían ya que los tigres habían salido, me dirigí a un rió entre la selva en donde me había encaminado sin saber, entonces me tiré, me saque toda la sangre de mi vestimenta, salí del río a la tierra y lloré hasta dormirme.

Fue así como desperté con la almohada mojada con el llanto y adolorida, jamás había estado tan cerca de la muerte como en aquel sueño, no entendía porque estaba allí porque nadie me ayudaba porque la euforia de ver a otra persona sufriendo, porque cuando me vieron pidiendo ayuda aquellos que sentían mi dolor no optaron por ayudarme queriéndome decir con la mirada “ no puedo hacer nada pero no te preocupes que todo pasará”, ¿que tal si no hubiera pasado y en este momento hubiera estado en un coma profundo ya que morí en mis sueños?, si no actúo muero, unos me verán como una persona fuerte por salir adelante frente a las difíciles situaciones que me depara la vida pero no ven que como toda persona necesito apoyo y ayuda adicional, porque nadie sabe cuando ya no pueda más y me rinda ala muerte. Creo que eso fue lo que me enseño mi extraño sueño, sólo esa conclusión logré sacar como la más aceptable frente a todas las otras formuladas, creo poder dormir con la esperanza de no volver a soñar en vida por lo menos hasta cuando me recupere de esta última vivencia en mi fuerte utopía.

19 julio 2009

El libro de mi ser


Salí de casa caminando entre los oscuras y heladas noches de otoño, caminaba mirando al piso pensando y no a la vez, me dirigí hacia una plaza mirando las sombras de las hojas de los árboles que me rodeaban, esas hojas secas y débiles que caían sin parar. Llegue a imaginarme en una de ellas cayendo desde el cielo a la tierra. Estaba ahí esperando reencontrarme con mi “yo interno”, para ver si salía de mi. Plácidamente baje mi mirada del cielo y vi a mi derecha una tabla antigua, lo que obviamente llamo mi atención, estaba decorada como para enseñar a algún niño a leer. En él habían letras y números, pero también habían frases como “cielo, infierno”, “si, no”, “entrada, despedida”. Observe aquel artilugio detenidamente, tranquila pero a la vez llena de intriga, un momento de escalofríos fue lo único que me detuvo en ese momento, no se si fue el frío o la tabla, aunque no veía el porque, sólo era una antigüedad, entonces pensé que por serlo debía ser muy valiosa y que a algún ladrón pudo haberla tirado para escapar de la policía y antes de que lo atraparan se deshizo de la evidencia. Comencé a inspeccionarla a través de mis sentidos, siempre ago eso de hacer funcionar cada uno de ellos, porsiacaso.
Era rígido pero liso, fácilmente mis dedos se deslizaban en el, olía a viejo, pero también como reservado por mucho tiempo, a pesar de todo era una madera seca, lo encontré raro ya que en otoño hay mucha humedad y más debería haberlo estado si estaba aquí tirado. Sus letras fueron tachadas a mano, a si que sin duda fue hecho artesanalmente, sus letras eran marrón, de tipo antigua y la madera conservaba su color original, sólo estaba pintada con barniz, de seguro para el brillo y para que fuera tan lisa como lo era sin pintura. Gire la tabla y en ella había algo escrito, muy pequeño, y de la misma fuente que las letras, en ella decía:

Para mi amo:
Entre el cielo y el infierno esta la tierra, la combinación del bien y el mal están en ella, yo estoy aquí en esto me convertí, las fuentes sagradas decían: “De la tierra naciste y en tierra te convertirás”, pues yo fui desobediente y nuevas alternativas encontré, tu me haz encontrado ahora yo te ayudaré, muerte y tragedias te concederé, si me sacas de esta oscura sombra, que por mis miedos me gané. La avaricia, el miedo, el rencor, la ambición y locura son signos de la vida carnal, yo ya no las tengo, no se si tu las tendrás…

Al terminar la verdad, no entendí nada, giré nuevamente la tabla y en él observe algo que no me percaté, en una esquina había una ficha, la saqué depositándola en el centro de la tabla, la deslizaba con facilidad como si algo o alguien me ayudara a hacerlo. Recordé que mi verdadero motivo de haber salido de mi casa era porque tenía que comprarle el alimento a Satán (mi perro), me levanté para guardar la tabla porque me la quise quedar, pero mi dedo estaba como enganchado o pegado a ella, simultáneamente esta se empezó a mover hacia las letras p-o-r-q-u-e-t-e-v-a-s-n-o-m-e-h-e-p-r-e-s-e-n-t-a-d-o-a-u-n-e-m-y (porque te vas no me he presentado aún). Abrí mis ojos de terror y me senté asustada a comprender que ocurría.¿que pasa? Me pregunté, y mi dedo nuevamente se movió diciendo e-s-t-o-y-a-q-u-i-j-u-n-t-o-a-t-i-a-m-a (estoy aquí junto a ti, ama).¿Quién eres? C-a-l-i (Cali), me respondió, ¿Qué eres? U-n-a-b-r-u-j-a (una buja), ¿Qué quieres de mi? N-a-d-a , ¿nada? no te creo, s-o-l-o-t-u-c-o-m-p-a-ñ-i-a-y-t-u-c-o-n-f-i-a-n-z-a (sólo tu compañía y confianza).Ese fue la iniciación de una extraña amistad junto a Cali, aún no entendía lo que me sucedía, si esto tenía algún grado de peligro o suerte. Después de un largo rato de conversación esta acepto mi retirada del juego, me explicó en lo que consistía aquella tabla. Me decía que lo que había en ella no era magia ni nada por el estilo solo era ella, es decir, Cali. Su espíritu encadenado, en eso la mantenía prisionera, le pregunte como liberarla, y me escribió:” Tu me encontraste, tu encuentra la respuesta, si alcanzas” no comprendí hasta un buen tiempo la frase “si alcanzas”.
Rápidamente compré el regalo y me dirigí a la casa, subí las escaleras y ahí estuve con ella, me sumergí en responder preguntas que a mi misma hacía sobre ese juego y sobre otras cosas, sólo algunas respondía, mientras que la comunicación entre los vivos se aislaba aún más de lo que ya estaba viviendo, estuve durante meses en esa rutina, de la casa al colegio y a al juego. Con Cali fue tanta nuestra cercanía, que se me presentaba en los sueños continuando nuestras conversaciones sobre el mundo de los muertos y de los vivos. Tuve una estrecha relación con ellos ya que Cali me dejaba comunicarme con otras almas, asesinos, abogados, ladrones, sacerdotes, prostitutas, etc. Un día me llegó un mensaje en el cual decía: “muérete engendro del demonio”, furiosa probé consultándole a Cali, para mi sorpresa ella me respondió, es Sandra Córdoba. En vez de enfurecerme y vengarme me alegré por descubrir que también podía hacer eso, como también donde estaban mis cosas cuando las perdía. Una noche antes de dormirme recordé todo lo vivido, y se me ocurrió investigar sobre este juego, busqué en Internet, y lo más parecido a ello era el conocido juego de la Huija, la información que había sobre este juego era muy parecida al mío, pero no precisamente lo era, así que seguí buscando hasta llegar al final de la página, en el cuál salía: buscar posesión de almas. En éste había una gran variedad de información de tipos de posesiones, hasta que llegue a la que buscaba, almas en objetos, al aceptar salían historias de personas que contaban haber tenido algún tipo de objeto posesionado, lo que me impresionó en ello era que todas las personas que tenían este tipo de juego terminaban muertas a los pocos meses después, por depresión, locura, suicidio, hasta cáncer. El autor de la página indicaba que era porque este tipo de juego manipulaba a los convocados “amos”, quienes por rabia y rencor mataban a quienes odiaban, pero no eran precisamente ellos quienes cometían el adulterio, sino las almas, quienes hacían el favor a cambio de otro por parte de ellos. Me impresioné al leer esto ya que tenía relación con lo escrito al inverso de la tabla. Era por ello que al sentirse asesinos, caían en depresión o locura que los terminaría llevando al suicidio. Seguí leyendo y relataba otras suposiciones aparte de las dichas del porque terminaban muriendo, eran porque al relevar su futuro, no lo aceptaban y enloquecían, terminado como dije anteriormente, enloqueciendo, enfermándose de cáncer o suicidándose. Me aterré íntegramente, no porque aquel juego siniestro lo tenía en casa, sino porque yo estaba pasando por lo mismo. Corrí a la casa, subí las escaleras, entré a mi pieza y tomé el juego, lo metí dentro de un saco y lo tiré por un puente a unas cuadras de mi casa. Angustiada regresé a mi pieza, ya era tarde y me fui intranquila a dormir, dormí muy mal, desperté empapada en transpiración con las sábanas al cuello casi asfixiándome, sin duda no hubiese despertado si me hubiera quedado más tiempo así. Me dolí la cabeza, no comprendía la dureza de la almohada, al levantarla para acomodarla, entré en pánico, el juego estaba ahí, bajo la almohada, intacta y sin una sola pizca de humedad. Apenas toqué la ficha del juego Cali me habló diciendo, t-u-d-e-s-t-i-n-o-e-s-t-a-c-o-n-m-i-g-o-n-a-d-i-e-h-a-p-o-d-i-d-o-s-a-l-i-r-v-i-v-o (tu destino está conmigo, nadie ha podido salir vivo), la dejé ahí, y fui nuevamente Internet, necesitaba saber como sacarlo de mi vida, hice exactamente lo de la otra vez, pero ahora sólo salía; no se encuentran archivos con este término, inténtelo nuevamente. Desperanzada me fui a la plaza donde la vi por primera vez, y donde cometí el error de llevármela, pensé en que hacer y opté por dejarlo pasar.

Con el tiempo ya no sentía la misma obsesión de preguntar, siempre fui de esas que pensaba que el futuro lo formaba uno mismo, comencé a dejarlo a un lado y disfrutar de mi vida, me hice de una amiga muy parecida a mi (cosa que jamás pensé encontrar en este mundo), y por mucho tiempo ahora sonreía, habrán pasado unos 6 meses, cuando me recordé de aquel juego fui a buscarlo en el baúl de mi pieza, que fue donde lo dejé la última vez, al abrir el cofre en vez de encontrarlo como siempre sólido y como con vida propia, en su reemplazo sólo encontré cenizas. Conmovida por lo que me encontré, seguí buscado para mi mayor seguridad. Y no, sin duda era ese. Queriendo encontrar respuesta a lo sucedido, recordé lo que leí en Internet sobre la Ouija, e hice por mi propia cuenta una entrada de conexión entre el mundo de los muertos con el de los vivos en mi cuaderno. Invoqué a Cali y me respondieron otros, ahí todo era distinto, las almas con las que me comunicaba muchas veces me mentían o se hacían pasar por ella. Hasta que me encontré con una de las almas que en mi antiguo juego conocí, le pregunté por ella y me dijo: tranquila, ahora ella esta libre, haz lo mismo tú. Incierta de lo que me respondían le pregunte que cómo, y fue así que me respondió: Venciste a tu demonio.

16 julio 2009

Sueños Perturbados


Tuve un sueño en el cuál caía en un laberinto, pero este no era cualquier laberinto, no, éste en vez de paredes de árbol o de cemento como es de costumbre era compuesto de letras y signos en tono sepia, me di cuenta en mi caída del cielo a la tierra, algo extraño ya que mis sueños la tonalidad en que las vivo son en blanco y negro. Caminé para encontrar la salida y entre los pasillos había un hombre de rodillas sosteniendo su cabeza, vestía de negro, su rostro blanco, pelo negro y largo que le cubría un ojo, me acerqué para hablarle, lentamente acerqué mi mano hacia su abrigo que era muy largo, por cierto, pero se paró rápidamente y empezó a recitar un poema de tipo dramático a mi parecer, salté del susto pero me detuve a observarlo para ver y escuchar lo que recitaba, entre sus fragmentos alcancé a escuchar lo siguiente:
“…oscura, triste y fría es mi vida,
como este cementerio,
me rodean los cuervos,
de seguro a esperar mi muerte,
sin nada más que esperar les sonrío
ya esto para mi no es ningún misterio
pero ellos creen que les temo
y más es para mi una suerte
ya que aunque no lo saben,
estoy destinado a vivir con ellos…”

No me sorprendió escuchar aquel poema de la muerte tan objetivo, sino en su forma de actuarlo, no representaban esas palabras, hacía todos los gestos al revés se movía como loco daba más risa que emoción o susto en conclusión, sobreactuaba al máximo. N aguanté y reí, pero el serio me dijo.- ¿De que te ríes, es por mí? ¿Qué haces aquí? Yo le respondí.- Te daré mis repuestas por orden, me rió de tu forma de actuar tan “sobreactuado” y ¿Qué ago?, bueno viendo mis sueños. ¿Que te hace pensar que este es un sueño?-él me dijo. Es obvio el ambiente, el como llegué aquí, etc.- le respondí. Te equivocas esto es real como tu pelo, tus pies, tus ojos, etc. Todos los que estamos aquí, es por una inquietud que nos impide vivir con normalidad, por ejemplo yo, estoy aquí porque quiero ser un actor reconocido, pero sin embargo aunque use toda mi entusiasmo, energía y hasta el alma misma por querer hacerlo perfecto, me sale horrible, es por eso que estoy aquí y no podré salir hasta que aprenda, un poco inquietante y asustada por lo que me acabó de decir aquel hombre le pregunté.-¿y cuanto llevas acá?- exactamente 0 segundos.- ¿y cómo es eso?_ aquí no hay días horas ni segundos, es infinito, es nada.

Al escuchar esta respuesta me quede helada, por mi mente pasaban mil preguntas ¿será real? y es así, ¿porque estoy aquí? ¿Me quedaré para siempre acá?, estaba asustada y desesperada, pero aquel hombre me miró fijo y se sostuvo de mis hombros y me dijo: ¿Qué puedo hacer para cambiar aquello que ago mal?, eso me hizo dejar de pensar en mi y en las inquietudes que me hicieron por unos segundos salirme de mi casilla, y le respondí; primero que todo todas esas energías y fuerzas que ocupas en aquel poema los usas con exageración, si de verdad quieres representarlo hazlo entendiendo lo que quiere decir, por ejemplo si dice estoy triste, no sonrías ni llores, y hazlo con delicadeza y con sentimientos, ¡haz nacer tu sensibilidad!. Me miró fijamente y me dijo está bien lo haré. Al escucharlo entusiasmado, de inmediato empezó a hacerlo tal como le dije, ahora era increíble parecía un profesional, antes de que terminara la obra me retiré para encontrar la salida, pero mi instinto decía que debía devolverme al lugar, y al regresar a aquel lugar feo y oscuro en donde aquel hombre enfrentaba su inquietud, ya no había nada. Pensé, seguramente cumplió su objetivo y regreso al mundo.
Esto me hizo reflexionar en mí, en el motivo de mi llegada a esta dimensión, país, cuidad o mundo extraño, lo primero que debía resolver era el motivo del porque me encontraba en este lugar y hallar una solución para salir luego de este curioso lugar, mientras lo hacia caminaba y caminaba, perdida entre caminos cerrados, fue tanta mi desesperación que corrí a ojos cerrados, tropecé al toparme con algo que me impidió avanzar cayendo fuertemente al suelo, miré y era una persona una mujer de aproximadamente 27 años, la miré con extrañes ya que se arrastraba por el suelo como gusano y me dijo mirándome con los ojos cristalinos por las lágrimas que soltaba silenciosamente, ¿Te doy pena?. Asustada y sorprendida le respondí; no me da pena me da… miedo, ¿Por qué esta en el suelo? ¿le ayudo a levantarse?, ¡No!- me respondió- estoy aquí porque quiero saber como se sienten estas personas-¿Qué personas?-le dije. Esas personas, lo inválidos, aquellos que no tienen manos o que no tienen pies y que viven limitados a su vida, quiero saber como se sienten para poder salir de aquí, toda mi vida e pasado ayudando a estas personas facilitándoles todo lo que necesitan, dándoles casi todo mi sueldo, viviendo con ellos, pero creo que no es suficiente es por eso quizás esté aquí, y tu ¿Por qué estas aquí? Bueno yo llegué recién y no sé todavía el porque llegué acá. Wow! estás en peor posición que yo creo.- me dijo, y eso que no estoy muy cómoda, yo por lo menos sé lo que me pasa, ¿Que crees que debo hacer para solucionar mi problema? ¿Crees que debería cortarme mis extremidades para sentir de verdad lo que ellos sienten? ¡NOOO!, el acto que tú haces por esas personas es lo máximo, pero esa no es la solución, creo que lo que tu tienes es una excesiva atención por ellos esta bien que ayudes a esas personas lo necesitan, pero no tienes que dejar de vivir la tuya por arreglar la de ellas, tu naciste perfecta y así lo haz sido hasta ahora, por lo tanto debes aprovechar tu vida sin limitarte por las vidas de las otras personas, debes aprender a vivir tu vida, con quienes y cómo aprovecharla. Ella me miro fijamente, se levantó sin dejar de hacerlo, se limpió sus lágrimas y ropa, luego me dio las gracias, se marchó caminando mientras desaparecía. Caminé triste ya que todos los que hasta ahora había conocido habían solucionado su problema, y sólo faltaba yo.

Entre las divisiones del laberinto, en una había un sauce que lo acompañaba un hermoso rió cristalino, ya era de noche a pesar de que ahí no existía las horas, la noche y el día estaban en cualquier momento y de forma repentina. Me senté y me puse a pensar en aquellas personas a las cuales ayudé, ambas vivían su vida de una forma extremistas, que las llevaban casi a la locura, quizás ese podría ser mi problema en parte- pensé. Estaba tan acostumbrada a solucionar lo problemas de las personas que no me fijaba en mis propios problemas, haciendo que estos crecieran día a día sin importarme. Si, me gusta hacerlo, ¿pero cómo hacerlo de una mejor forma? Primero solucionando mis problemas para así darles una respuesta objetiva a quienes aprecio y conozco. Como ellos debo apreciar mi vida y aprovecharla en mi caso, es algo distinto ya que vivo en mis sueños y puedo morir en ellos, me dormí bajo el árbol y cuando desperté me encontré en la plaza principal de mi ciudad, metí mis manos al bolsillo y encontré la lista de compras que me dio mi mamá, corrí al centro y en teatro regional, vi un cartel en donde presentaban a Hamlet y el protagonista era el personaje que vi al principio, el de abrigo negro, seguí mi camino y compré en el almacén lo que salía en la lista, al dirigirme a mi casa, un hombre discapacitado era atendido por una mujer quien le estaba dando una taza de té y un pan diciéndole: ¡Que esté bien lo volveré a ver un día de estos otra vez, cuídese!, se levantó y era la mujer del laberinto pasó por mi lado sin reconocerme, era un poco obvio ya que nunca me había visto solo yo en mis sueños vivientes.

15 julio 2009

Vida laberinto


Desperté en un laberinto oscuro, pero hermoso, lo podía distinguir por la luz de la luna llena, me levanté para encontrar el camino, pero claro no iba a ser nada fácil, mientras caminaba recordaba los momentos de mi vida, no fueron de ayuda, pero algo me hizo recordarlos, intentaba evadirlos pero el pensamiento me los devolvía, creí haber caminado kilómetros pero todos en circulo, sentía algo extraño en mi, no estaba asustada ni alegre, no tenia nada, nada en mi, me deje guiar por mi mente dejando que mis recuerdos volvieran, pero no fue así sólo fue momentáneo, no sabia que hacer como dejar pasar el tiempo para que amaneciera luego y quizás así encontrar a alguien que me ayudara a salir de acá y explicarme como llegué a estarlo. Me detuve a mirar la luna junto a las hermosas estrellas que lo adornaban, en él bajaba una mariposa una hermosa mariposa azul se posó en mi nariz, fue mi primer signo de sonrisa, hace tiempo que no lo hacía sin sentir obligación de hacerlo, una brisa refrescante pasó por mi, sintiendo una especial alivio y libertad en mi cuerpo y alma, a la misma vez la mariposa agitó sus pequeñas alas desplazándose en los cielos, no me dio tiempo para pensar cuando mis pies empezaron a correr tras ella sin razón, no me quise detener pues no me sentía mal por parecer una niñita tras su juguete. Pero me detuve ya que entre las nubes del cielo despareció, mire a mi alrededor y el laberinto en el que me encontraba tan solo había un camino, caminé tranquila y un poco más calmada, recorrí por unos minutos y estuvo bien, ya que sin darme cuenta la distinguida mariposa me guió hasta la salida, en él un gigante y hermoso aromo me decía que fuera de aquel laberinto las hermosas extrañezas de la naturaleza seguirían, me detuve placenteramente a observarlo, su aroma y hermoso color expandía paz y armonía, me recosté para seguir contemplando esta tranquilidad y comodidad pero inevitablemente me dormí. Al despertar me hallé acostada en el piso del corredor de mi colegio, furiosa me levante y fui al baño, me mire en el espejo durante horas el timbre había sonado al momento de despertar, pero mi atención desde niña jamás lo fue en torno a mi mundo terrenal, mas bien a mis sueños vivientes que manejan mi cuerpo y mente que sin duda prefería más que a mi inentendible soledad fría y oscura que a los demás espantan y retraen.

Un jocker en mi


Siempre e sentido en mi alma habitar dos cuerpos, uno viviente y uno espiritual vagando por el mundo en busca de algo sin saber qué. Esta noche es distinta -dije. La luna esta en su fase menguante, por cierto, más hermosa que nunca, con un color deslumbrante anaranjado muy cercano, escondido entre las ramas de los árboles de otoño y decorada de las deslumbrantes estrellas entre un oscuro cielo mágico. Hasta parecía ver a un bufón posada en ella, admirando la belleza de la luna desde cerca, pero algo distinto veía en aquel bufón, tenía un aspecto inicuo y malvado, más bien parecidos a los “Jocker” aquellos que aparecen en las cartas inglesas. Veía en él una atracción y admiración hacia la dotada hermosura de la luna, la apreció durante horas, decidí irme a casa ya era tarde y no tenía nada que hacer en aquel lugar, pero me detuve a mirar por ultima vez ese extraño ser, que por razones inexplicables en mí no despertó curiosidad, más bien extrañes, pero ya no estaba, quizás fue parte de mi imaginación- pensé, la verdad es que tuve un día muy agotador y siempre imagino cosas, así que entre a casa y me fui a dormir. En el sueño de aquella noche, aquel “Jocker” era yo, estaba divulgando por los oscuros y fríos bosques del otoño, saltando y riendo sin motivo alguno, veía a algunos “borrachines” que por diversión asustaba, me sumergí entre un bosque y me detuve a ver las estrellas, estaban más deslumbrantes que nunca y resaltaban con el oscuro cielo que en su centro lo adornaba una extraña forma, muy peculiar por cierto, me sentía atraído y admirado por ello, me posé en una de sus puntas y me puse a mirarla, creo haber estado unas horas observándola, sin dame cuenta, quité mi vista de ella y me detuve a observar donde estaba, en el cielo, sentado en la punta de la luna menguante adornado de estrellas radiantes, miro hacia abajo y alguien muy lejano a mi me observa con extrañes, me sentí incómodo y ridículo, ella se quiso retirar e irse a su casa y antes de que se arrepintiera y volteara huí por entre las mismas ramas de los árboles de donde salí. En seguida desperté de aquel sueño, por cierto, tan real que hasta sentí la fría pero a la vez refrescante brisa del viento del anochecer que rozaba por mi rostro, también la rugosa y áspera corteza del árbol que en aquel personaje le gustaba deambular, y la luz, esa luz única que me cautivó e hipnotizó haciéndome una persona sin la capacidad de pensar ni razonar, más bien sólo actuar y que hizo lo que nadie a podido hacer conmigo, dominar.